viernes, 4 de diciembre de 2009
no son
sábado, 21 de noviembre de 2009
en rojo
De repente había que escapar.
No importaba correr entre camiones, gritando groserías. Las ciudades son oscuras y sus noches pesan llenas de luces rojas; ahí el asfalto y las diagonales están para correr, para esconderse.
Cruzar la calle sin perder el tiempo, una vieja lo recomienda. Una puede morir así, pero también es sentirse viva.
Especialmente ella, quería llegar a algún final. Como un pasadizo de nunca volver atrás, la vereda fue su hogar de proyecciones lineales, de esperar y buscar lo que vendrá.
Los encuentros, como obstáculos a su proyección, son miradas en rojo, duelen por su soledad.
Duelen porque la hacen encontrarse, entonces piensa y hace, pasar golpeando a la gente mientras corre.
No lastima, pero golpea para evitar el diálogo. ¿De qué puede servir encontrarse en ese estado, bajo la luz roja?
No olvidemos que la calle corre al borde de la vereda, llena de autos, vorágine, muerte.
La pregunta es si el encuentro final es verdadero. Es ella, y ella, y lo casual de un abrazo araña la noche.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
tierra
Esta es tierra luchada, cedida, abandonada.
En ningún caso tierra ganada.
Es tierra de conflicto latente, de identidad mentida.
Impuesta, montada,
creída.
Es tierra del como siempre,
del todo por construir.
Surge en los encuentros, florece de las plantas
se tensa el aire por la voz callada
tan delgada y con tanta fuerza
que hay que agacharse para escucharla.
viernes, 13 de noviembre de 2009
para afuera
de las cosas que son la piel y mas allá de la piel
de una piel que florece en hilos florece en sogas que
se tienden
se tiran
se tensan
y sentir que alguien puede agarrarlos
los hilos
y entonces lo que está en baile es el tira y afloje
y realmente una danza estira mi piel,
que cubre la soga
cubre el hilo
llega al cuerpo y es el cuerpo
de otra persona.
y entonces la existencia, la piel, abarca el aire
abarca las miradas
se enamora en movimiento
sábado, 7 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
Hielito
Besarse, dijo Charly, es otra forma de comunicarse.
Podemos hablar, pero esto
no te lo dicen las palabras.
Charly se enfriaba los labios con un hielito.
Recostados en el sillón, las palabras los acercaban;
sobre ellos, una cortina.
Ser espontáneos, y ¡oh!
el primer beso fue tras la cortina inflada
(la frescura que tenían era la del aire, y la del sol amarillo que recién era).
Espontáneos y un poco borrachos, pensaba yo.
Charly, estos besos con hielo son lo más.
Ay, dijo él, se están acabando.